Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se trata de un edificio de 16 viviendas en el barrio de Coghlan. Se estructura a partir de dos bloques construidos en torno a dos patios y un núcleo central que se corporiza en una torre con la escalera y el ascensor. Se utilizo una envolvente de ladrillo que lo integra a un entorno en el que predominan edificios ladrilleros. La epidermis va variando en el tipo de trabas de ladrillo en todas sus fachadas. Así se generan muros erizados con áreas cribadas para permitir la iluminación natural en el frente y contrafrente así como en la torre central.
Los Patios y las medianeras fueron tratados como un tapiz con paños alternados de ladrillos verticales y horizontales. De esta manera, las tradicionales medianeras, muestra de las incoherencias de los sucesivos códigos urbanos en el tiempo, se convierten aquí en fachadas tan importantes como las otras, aportando valor al paisaje urbano. La planta baja aloja el hall de acceso a manera de caja de cristal, contrastando con la masa muraria ladrillera de las medianeras y de dos cuerpos exentos de perímetro orgánico.
Estos alojan los servicios y su forma amable acompaña a la acción de acceder al edificio. Una parra vertical en el centro de ambos frentes, incorpora vegetación a las fachadas, acrecentando el componente orgánico con el aporte de color y perfume en las expansiones de las unidades. El remate del edificio lo constituye una terraza privada de la unidad superior del bloque trasero.
En el frente, la cubierta es de uso común y aloja jardines con árboles, un volumen con la una pequeña pileta y el salón de usos múltiples en otro cuerpo con una singular cubierta abovedada. El edificio se convierte en una potente masa cúbica ladrillera con un remate conformado por cuerpos que presentan sus propias particularidades, generando empatía con los coronamientos de las construcciones vecinas.